Tus comentarios son bienvenidos, me gusta leer lo que piensas al respecto, si te gustó, te recordó algo, te hizo sentir algo, etcétera. Tus palabras son un apoyo para que siga escribiendo y también una crítica constructiva para que mejore mis fragmentos. Gracias por leerlos.

martes, 28 de diciembre de 2010

Lanzarse sin discreción

Pude ver la colina a lo lejos, el cielo oscuro en medio del día. La última vez que volteé hacia atrás estaba sola. Ahora apareciste y me sigues. Mi meta sigue delante pero el camino es ancho y con más obstáculos.
“¿Sabes llegar?”
“Es la primera vez que vengo.”
La mía también, pensé. Y olvidando el corcel continué caminando y mi armadura cayó. Cayó fuerte y las rocas del suelo la trizaron dejándome desnuda bajo la luz. Pero seguí caminando.
Después de un largo rato sin noches ni estrellas, con los pies ensangrentados, llegué a la puerta que mis ojos no reconocieron pero le dieron la bienvenida al tacto de mis manos.
“Está abierta.” Volteé y me encontré con sus ojos que me sonrieron desde lo profundo de sus pupilas con una emoción desconocida y la carne desnuda bajo el cielo oscuro del día en nuestra colina. Seguí caminando.
No llegué arriba, pero la recámara tenía retratos en todas las paredes, en todos los techos. Unos eran míos y los demás recuerdos me los contó el tocadiscos empolvado del rincón, con melodías de todos los sabores. Tomé del centro de la mesita mi taza favorita con mi porción de azúcar de colores y embestí el pasado.
Tú te sentaste en la puerta, sin taza ni oídos, pretendiendo contenerme, pretendiendo guardarme. Miré a través de la ventana, más enorme que cualquier retrato. Miraste afuera.
“¿Qué ves?”
“Luego vemos.”
Y me dejé.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Monólogo de un corazón escondido

Mi trabajo es fácil. Sólo bombeo amor. Cuando estoy cerca de un corazón que me cae bien empiezo a latir para darle amor y luego él me da amor a mí y hay amor por todas partes. También lato cuando veo un corazón bonito. Pero el otro día… el otro día encontré al corazón más bonito de todos y hoy cuando me lo encuentre de nuevo voy a hablar con él y le voy a gritar bien fuerte que se quede conmigo y viviré con el corazón más bonito de todos por siempre.

¡Ya amaneció! Estoy ansioso porque hoy voy a ver al corazón más bonito de todos. Voy a sentir su presencia y cuando menos me lo espere estará frente a mí y el tiempo dejará de correr y la luz lo va a iluminar. Entonces voy a empezar a latir bien fuerte y bien rápido ¡lo más que pueda! Para que se dé cuenta que lo estoy esperando y cuando esté cerca de mí le voy a gritar que lo amo y que quiero que se quede conmigo para que juntos repartamos amor por todos lados por siempre.

Ya casi es hora, estoy seguro. Hay muchos corazones pero ninguno, ninguno le llega a los talones al corazón más bonito de todos. ¡Ahí está! ¡Ahí está! ¡No! Malditos ojos ¿qué demonios están haciendo? Si no hacen contacto visual ¡nunca va a voltear para acá! Esta bien, no los necesito, ¡es hora! Voy a latir bien fuerte y bien rápido y así se va a dar cuenta de que estoy aquí. ¡No! ¡Estúpidos brazos, quítense de encima!, ¡así no me va a escuchar! ¡Con un demonio! ¡CORAZÓN! ¡QUÉDATE CONM…! Mugre garganta, ¡cerrada no me sirves de nada! ¡A dónde van los pies! ¡No! ¡No! ¡No!

Maldito seso. Podrás controlarlos a ellos, pero a mí ¡JAMÁS!