Tus comentarios son bienvenidos, me gusta leer lo que piensas al respecto, si te gustó, te recordó algo, te hizo sentir algo, etcétera. Tus palabras son un apoyo para que siga escribiendo y también una crítica constructiva para que mejore mis fragmentos. Gracias por leerlos.

lunes, 26 de abril de 2010

Anoche me enamoré de ti

Mi alma pende al filo de un alfiler. Todos estamos en línea entre la bulla de la vida. La realidad poco a poco va exhalando, empañando pisos, resbalando. Cada paso es con cuidado, nada observas, nada ves. En cuanto la fila avanza y tu paso marca, no hay nada más que hacer. Caras pasan una y otra y otra vez. Yo solo estiro los pies. Entre el tumulto hay algo distinto, ni la brillantez del cuarto logró opacar tu lucidez. Me miras despierto y es entonces cuando veo que la esquina de tu boca se curva hacia mí, y me ves de nuevo. Nada se nubla ni se hace más brillante, no hay nada más que tu mirada penetrante. Ya nadie existe, no hay nadie más aquí. Cuando me doy cuenta estoy tirada en la hamaca, medio desnuda, medio apagada. ¿Qué secretos me quedan por contarte, amor, si yo ya no tengo nada? Solía guardar tantos secretos, de tantas cosas, que había olvidado los míos propios. Pero tú has sabido desenterrarlos de mi piel, dejarlos flotar en el aire, dejarlos ir a todos ellos, menos a mí. Yo estoy aquí. Yo sigo aquí. Y tú estás conmigo. ¿Qué viste en mí, si yo nunca vi nada? Iba arrastrando los pies, amor, uno a la vez. Si esperas caricias, no sé darlas. Si buscas besos, ¿qué haces aquí? Allá afuera hay millones de esos, yo aún no sé qué esperas de mí. Pero si me preguntas, amor, si tengo algo más qué decir, sin duda alguna diré que anoche me enamoré de ti.

viernes, 2 de abril de 2010

Cocinando Descalza

Hoy me di cuenta de que los últimos meses no he estado haciendo nada. Busco a quién culpar pero sigo sin hacer todo aquello que me gusta. Voy a clases escuchando, tratando de entender y no han pasado ni quince minutos cuando ya estoy pensando “por favor, que ya se acabe y estudio más tarde”, sabiendo que no estudiaré días después, hasta unas horas antes del examen.

“What about love, what about today” (Daughtry, 2008). ¿Qué hay de todas las pasiones y todas las obsesiones que solían mantenerme despierta? En unos cuántos meses se había esfumado todo aquello que me mueve y me exige superarme constantemente. Lo que me encanta y lo que me fascina. Lo que me hace ver y buscar. Lo que me hace ir con los demás y decirles “sabías que…”.

Había caído en la mediocridad, el aburrimiento y la flojera. Había dejado de hacer las cosas por gusto y comencé a pensar “ya no quiero”. Pero existe una razón por la que escogí eso en primer lugar, algo que me movió a intentarlo. El punto aquí es volver a descubrir porqué me gusta y tenerlo en mente siempre que lo practique. Encontrar la satisfacción y mejorar. Enamorarme una vez más.

Hoy dibujé por primera vez en mucho tiempo… un muchacho agarrado del abanico de techo en su cuarto, una imagen bizarra y sin sentido que seguramente un crítico artístico le sacaría mil significados. No me acordaba cuánto tiempo se le dedica a un dibujo simple a pluma. Mucho menos que pudiera dibujar aceptablemente.

Hoy saque toda mi ropa del vestidor: la doblada y la desdoblada; las blusas y los suéteres. Las reacomodé, doblé y categoricé. Separé lo que quiero de lo que voy a regalar; y la ropa de frío de la de calor. Ahora todo está limpio y en orden.

Hoy limpié el patio de Schwarz y lo acaricié y jugué con él toda la mañana, y al mismo tiempo pensé “¿qué demonios?, hay un animal en mi casa. Camina en cuatro patas, está chaparro, negro y peludo… ¿Qué me hizo? ¿Por qué lo quiero tanto?”

Hoy bajé a la cocina, me puse el primer delantal que encontré y decidí cocinar. No recordaba cómo me encanta jugar con las vasijas, oler las especias, revolver cosas y sentir temperaturas. Todas las espátulas distintas que puedo usar para mezclar. A qué sabe la masa antes de cocerse. Poner el timer y ver cómo se inflan mis brownies. El olor de mi casa a chocolate.

Hace unos días me fui de hiking con mis amigos. Viví la naturaleza y luché contra ella y contra mí. Llegué hasta la cima y observé la sucia ciudad en la que vivo, llena de edificios y personas. Observé la ciudad y no importa que tan fea, deprimente, globalizada y maravillosa sea, observé mi hogar y naturalmente… inevitablemente, estoy enamorada de ella.

Ayer me fui a desayunar pancakes con mis amigas. Compartimos mermeladas, panecitos, papas, pepinillos, risas, conversaciones y unas cuantas revelaciones. Cualquier otro cliente se habría quejado del servicio pues nos olvidaron por más de una hora con los platos sucios en la mesa, pero en medio de la plática, ni quién se diera cuenta. Y después de eso, una silla acolchonada, una pantalla grande, una historia conmovedora y unos chicos guapos de intérpretes. Maravilloso.

Ayer terminé de limpiar mi huerta de piedras y hierba mala. Mañana temprano voy a acomodar la cerca. Me voy a ensuciar las manos de tierra y lodo de nuevo. Sentiré los cadillos lastimando mis manos y me los quitaré. Y usaré mis manos porque trabajan mejor que las palas y los rastrillos. Mis manos desnudas porque los guantes me estorban. Además qué mejor placer que sentir a flor de piel todo mi trabajo. Después de todo, mi cuerpo tiene nervios que sienten por alguna razón. Y cuando la tierra esté lista y bonita, haré los surcos. Sembraré mis semillas de pepinos, tomates, calabacitas, ejotes, brócoli y demás. Usaré la manguera para regar y en unos cuántos meses compartiré mi cosecha contigo y tal vez, con algo de suerte, lograré convencerte de que siembres algo el próximo año, aunque sea una maceta.

Hoy escribí lo que pienso por primera vez en meses. Tanto que me gusta, me inspira y me divierte.

No dejes que tu vida se vuelva monótona y aburrida. Busca los pequeños placeres en todo aquello que haces. Vuelve a hacer todo aquello que te apasiona. En los próximos meses quiero terminar de leer una novela y quiero coserme un vestido o aunque sea una piyama. En el futuro nos vamos a dar cuenta qué hice. Pero por lo pronto, recuerda qué te hacía feliz, con qué te divertiste mucho y hazlo de nuevo.