Tus comentarios son bienvenidos, me gusta leer lo que piensas al respecto, si te gustó, te recordó algo, te hizo sentir algo, etcétera. Tus palabras son un apoyo para que siga escribiendo y también una crítica constructiva para que mejore mis fragmentos. Gracias por leerlos.
jueves, 14 de abril de 2011
Pensamientos Lejanos
Solía corretearlo día
y noche. Me llevaba a lugares desconocidos, nuevos y otros hechos sólo para mí.
Me ensañaba lo bonito y lo feo y me ayudaba a salir. Se emocionaba hasta con lo
más insignificante y yo le seguía la corriente. Siempre detrás de él, siempre
siguiéndolo. Ignoraba los alrededores abrumantes porque siempre me decía “¡Ven!
¡Esto es lo que quieres, lo escogí para ti!”. Así me enseñó mis sueños, mis
metas, mis objetivos, mis deseos. Rápido y decidido, me robaba el aliento en
cada suspiro y cuando me faltaba el aire, asomaba la cabeza un segundo sobre el
agua para respirar profundo y continuar mi destino. Así era yo con él y él
conmigo. Los recuerdos son vagos pero creo que así fue toda la vida. Hasta que
llegamos a un lugar donde la arena era tan áspera que se me enterraba en las
plantas de los pies como un millón de navajas. Cuando sentí que no podía
soportarlo más, me dejé caer, con la esperanza de que, inmóvil, ya no sentiría
dolor. Y no sentí dolor. No sentí dolor, no sentí alivio, no sentí tristeza ni
felicidad, no sentí enojo ni decepción, no sentí. A veces la marea es baja y
otras veces me inunda junto con las luces turbias y los sonidos velados. Sólo
me doy cuenta de cómo la arena me va absorbiendo poco a poco. A veces pienso
“quiero salir”, pero no tengo el corazón para levantarme… él siguió corriendo
sin mí. Creo verlo con el rabillo del ojo del otro lado de la costa, avanzando
con cada latido, seduciendo el agua impredecible. Me siento capturada en el
tiempo y el espacio en una habitación sin ventana por la cual pueda escapar.
Mis dedos enclenques no tienen la fuerza para cavar un hoyo por el piso de
concreto. Me quedo tirada viendo el techo pensando que no podré salir. Todo se
siente tan lejos de mí.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)