Tus comentarios son bienvenidos, me gusta leer lo que piensas al respecto, si te gustó, te recordó algo, te hizo sentir algo, etcétera. Tus palabras son un apoyo para que siga escribiendo y también una crítica constructiva para que mejore mis fragmentos. Gracias por leerlos.

martes, 11 de octubre de 2016

¿Cómo me vuelvo a perseguir?

En qué momento dejaron de importarme las cosas importantes. En qué momento me dejé la vida en otras manos. En qué momento me saqué lo más mío y lo ofrecí por las cáscaras de cacahuates que los elefantes dejan tirados en el piso. Que me engañé pensando que estaba viendo un planeta pero lo confundí con una estrella chiquita que se veía tan cerquita. Ya no hay nadie que me pueda decir que es mentira, porque se apagó la velita pero se encendieron las luces y todo quedó descubierto, crudo y desnudo. Y mira que la palmada no me tiró al piso pero me hizo voltear hacia arriba y preguntarme “¿en qué momento dejé de perseguirme a mí misma?” Qué verdad quieres que te diga cuando me ocultas la mitad de tu vida.

Y también me pregunto por qué me tardé tanto en hacer esto. Porque he llegado al punto donde todo lo que quiero agarrar se me deshace entre las manos, no porque lo agarre fuerte, sino porque antes ya estaba destrozado. O me estoy ahogando en un vaso con agua. Qué quiero. A nadie más le importa.

A veces no quiero nada.
Lo único que quiero es regresar a cómo estaba.
¿Y dónde encuentras la reversa?
Después de conocer algo que te tenía tan contenta.
¿Y qué pasa si lo ignoras?
Y vives con la sombra a tus espaldas todo el día.
Cada que volteas, te persigue y te recuerda
Que aquello que sabes no se calla ni te exige
Pero está colgado de tu cuello 
Y te jala los cabellos
Y no te deja mirar hacia adelante.
Y en un esfuerzo por no caer
Cierras los ojos como si pudieras evitar lo que ya es obvio.
Ya no quiero decirte nada mío.
No tengo ganas de decirte lo que es mío.
Si ya no me tengo a mí, 
Déjame aunque sea lo que me pertenece.
No quiero perderme.